PF l) Diciembre



    AUn joven llamado Saulo guardaba sus mantos de los que apedreaban a Esteban. Era natural de Tarso de Cilicia. Con cartas de autorización del Sumo Sacerdote, se dirigía a Damasco para apresar allí a cuantos discípulos encontrara y llevarlos atados a Jerusalén. En el camino, cerca ya de la ciudad, de repente se sintió envuelto por una cegadora luz que venía del cielo; cayó por tierra y oyó una voz que le decía:

       – Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? (más…)


    En la ciudad de Modín vivía el sacerdote Matatías. Tenía cinco hijos: Juan, Simón, Judas, Eleazar y Jonatás. Llegaron a Modín emisarios del rey Antíoco para forzar a la apostasía y a que ofrecieran sacrificios a los ídolos. Matatías se negó diciendo:

    -Aunque todos obedezcan al rey, mis hijos y yo seguiremos la Ley de nuestro Dios. (más…)


    Medio de primer orden en la escuela de la voluntad y del desarrollo del carácter es el trabajo, el deber diario cumplido con alegría. Con celo. (más…)


    Los Apóstoles necesitaban más tiempo para dedicarse a la oración y a la predicación. Impusieron sus manos sobre siete varones a los que llamaron diáconos, para confiarles la misión de ayudarles. Uno de estos diáconos era Esteban. (más…)


    Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino y celebraba cada día espléndidos banquetes. Un pobre, de nombre Lázaro, estaba echado en su portal, cubierto de úlceras, y deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico, pero nadie le daba algo; los perros venían a lamerle las úlceras. Sucedió, pues que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado en el infierno. En medio de los tormentos, levantó los ojos y vio a Abraham desde lejos y a Lázaro en su seno, y gritando dijo: «Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que, con la punta del dedo mojado en agua, refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas.» Dijo Abraham: «Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en vida y Lázaro recibió males, y ahora él es aquí consolado y tú eres atormentado. Además, entre nosotros y vosotros hay un abismo insondable, de manera que los que quieran atravesar de aquí a vosotros no pueden, ni tampoco pasar de ahí a nosotros.» Y dijo: «Te ruego que, siquiera, le envíes a casa de mi padre porque tengo cinco hermanos, para que les advierta a fin de que no vengan también ellos a este lugar de tormento.» Y dijo Abraham: «Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen.» El dijo: «No, padre Abraham; pero si alguno de los muertos fuesen a ellos, harían penitencia.» Y Abraham le contestó: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se dejarán persuadir si un muerto resucita.» (más…)


    Había una vez una niña que se llamaba Marta. Vivía en una casita situada en un valle, a la derecha encima de una montaña estaba el pueblo blanco (le llamaban así porque la mayoría del tiempo estaba cubierto de nieve) y al otro lado, sobre una colina, se encontraba el pueblo verde (estaba siempre lleno de césped). (más…)


    Al norte de Palestina reinaba Antioco IV Epifanes que conquistó Egipto. De regreso pasó por Jerusalén y por toda Palestina ( 169 a. C.). Robó los tesoros del templo; mató a muchos judíos y se volvió a su tierra. Dos años después envió un comisario de tributos con poderoso acompañamiento a todas las ciudades de Judea. En Jerusalén asesinó a muchos de sus habitantes, saqueó la ciudad y la entregó a las llamas. (más…)


    José, muchacho de quince años, era obrero electricista. Toda su ilusión era hacerse obrero especialista en electricidad, y además ser hombre de provecho. Trabajaba en un taller, pero ¡qué distinto era el ambiente donde él trabajaba con relación al que había tenido cuando estudiaba en el Patronato! (más…)


    Como empleado (Abraham Lincoln) demostró ser honesto y eficiente, y mis lectores se interesarán en algunos ejemplos de ello que he hallado en el interesante volumen del doctor Holland. (más…)


    Habíanse perdido unas pollinas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl, su hijo: (más…)


    «Es que, puedes decir, no tengo ganas de comulgar». Mira, si tienes un dolor de muelas vas al dentista. ¿Por qué? Porque no puedes aguantarlo, no te deja vivir. Pues con las cosas de tu alma, con la Comunión, ocurre lo mismo. No puedes quedarte tranquilo pensando: «Ya se me pasará. Esperaré a tener ganas». Irás cada vez peor. No puedes vivir así. Tienes que poner remedio. ¿Cómo? Díselo a un sacerdote para que te aconseje. Acércate al Señor en la visita o a la Virgen María, que es tu Madre y te ama, le cuentas tu problema y le pides ayuda. Así sacarás fuerzas, vencerás y estarás contento. (más…)


    Un día un gran león dormía al sol. Un pequeño ratón tropezó con su zarpa y lo despertó. El gran león iba a engullirlo cuando el pequeño ratón gritó: (más…)

losciegos


    Hacía tiempo que Jesús había dejado Galilea y que andaba por Judea; era el último año de su vida. Pasaba por una calle de Jerusalén y, al encontrarse con un ciego de nacimiento, los Apóstoles le preguntaron:

       – ¿Quién pecó: éste o sus padres, para nacer ciego? (más…)

iglesia


    El primero que Introdujo el cristianismo en Irlanda fue San Patricio. Nació este santo en Escocia: según parece, el año 389, de padres cristianos. Cuando contaba dieciséis años desembarcaron unos piratas y, escondiéndose astutamente, sorprendieron al joven San Patricio y le hicieron prisionero. Le condujeron a la nave y lo llevaron a Irlanda. Allí se vio obligado a servir a un jefecillo indígena. Tenía que cuidarle el ganado y servirle en los oficios más humillantes. (más…)

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    En las ciudades medievales pueden verse con frecuencia ruinas de fortalezas o de castillos antiguos. Cuando todo el edificio ya está desmoronado, la torre sigue desafiando aún años y más años la fuerza destructora del tiempo. (más…)

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    Poco después Jesús subió con Pedro, Santiago y Juan a lo alto del monte Tabor. Mientras oraba se transfiguró delante de ellos; su rostro se iluminaba igual que el sol, y sus vestiduras también se tornaron resplandecientes y blancas como la nieve. Al punto aparecieron Moisés y Elías en forma gloriosa hablando con Él sobre lo que tenía que padecer en Jerusalén. (más…)

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    Un joven impío y libertino estaba gravemente enfermo de tuberculosis. Y lo que era peor en él es que sus pasiones le habían arrastrado al ateísmo. Conservaba a su madre, mujer muy cristiana, que hacía todos los esfuerzos posibles para evitar que su hijo muriera en pecado. (más…)

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    Dicen que en otros tiempos, este lago, uno de los más conocidos de la pequeña república de Andorra, no existía y que en su lugar había un pueblo que tenía el mismo nombre. (más…)
Valores

   Cada vez estoy más convencido de que la crisis que padecemos es una plaga bíblica. Es una certeza que se acrecienta y arraiga cada vez que reparo en las manifestaciones de los politiquillos y los banqueros, hermanados en su desconcierto de boxeadores sonados, incapaces de detener el derrumbe, incapaces incluso de comprender los signos de ese derrumbe, incapaces de oponer remedios ante el avance de una plaga que devora a los hombres y convierte sus ídolos en humo. ¿No vemos acaso a los politiquillos y a los banqueros farfullando incoherencias, anunciando una recuperación inverosímil para tal o cual fecha, lanzando previsiones ridículas, arbitrando soluciones estériles? Su empeño nos recuerda al del escarabajo panza arriba que patalea frenético, pugnando en vano por darse la vuelta; y en ese pataleo seguirán hasta descoyuntarse y fenecer, como el escarabajo, salvo que una mano salvadora venga en su auxilio. Porque para afrontar esta crisis primero hay que entender su naturaleza, que sólo es económica en sus manifestaciones ‘fenoménicas’, en su parafernalia externa; pero en su esencia más profunda es la crisis de una idolatría. (más…)

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    El profeta Isaías, hijo de Amós, tuvo una visión: El Señor estaba sentado en su trono; serafines de pie cantaban a coro:

       – «Santo, Santo, Santo es el Dios de los ejércitos; llena está la tierra de su gloria».  (más…)

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