Los hijos de Israel llegaron hasta el desierto del Sinaí y allí fijó Israel las tiendas enfrente del monte. Moisés subió a Dios, y llamole el Señor desde el monte y dijo:

       Vosotros mismos habéis visto lo que he hecho con los egipcios, de qué manera los he llevado sobre alas de águilas, y tomado para Mí. Pues si oís mi voz y guardáis mi pacto, seréis para mí una porción elegida entre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra, y seréis para Mí un reino sacerdotal y una nación santa.

    Al oír lo que Dios proponía el pueblo contestó:

    ­¡Haremos cuanto Dios nos diga!

    Muy de mañana hubo relámpagos y truenos, una oscura y densa nube cubría el cerro, en el que se escuchaba entre el fragor de los truenos como un sonido de trompetas. Dios ordenó que Moisés se adentrara en la nube y subiera a la cumbre, pero que el pueblo no traspasara los límites marcados porque el que lo hiciera moriría de inmediato.

    Moisés escribió en el Libro de la Alianza todo lo que Dios le había dicho. Luego levantó un altar e hizo sacrificar varios novillos. A continuación leyó lo escrito en el Libro de la Alianza y el pueblo respondió:

    -¡Haremos y obedeceremos todo lo que ha dicho Dios!

    Entonces Moisés, con el resto de la sangre de los novillos roció al pueblo y al Libro, mientras decía:

    -Ésta es la sangre de la Alianza que Dios ha establecido con vosotros, sobre todas estas palabras.

    Así quedó sellado el pacto entre Dios y el pueblo de Israel.

    (Éxodo 19; 20; 24, 3-8)

    (Texto adaptado por D. Samuel Valero. Biblia infantil. Editorial Alfredo Ortells, S.L. Valencia. página 76) 

       SUGERENCIAS METODOLÓGICAS

    Objetivo.- Aprender y cumplir los Diez Mandamientos.

    Contenido.- Tan importante es este acontecimiento que ha de ser recordado y renovado en muchas ocasiones. El pueblo romperá incontables veces el pacto, pero Dios no se cansa de perdonar y de amar; no sólo perdona: anuncia por los Profetas, una y otra vez, la nueva Alianza en la que mostrará su infinita misericordia. Por la Sangre de Cristo, derramada en la Cruz, se sellará el nuevo y definitivo pacto anunciado, que une estrechamente a Dios su nuevo pueblo, la humanidad entera, llamada a formar parte de la Iglesia. El sacrificio del Calvario fue un sacrificio de valor infinito que estableció unas relaciones completamente nuevas e irrevocables de los hombres con Dios.

       (Fernández Carvajal, Francisco. Hablar con Dios. Tomo IV. Página 290. Ediciones Palabra)
    Actividades.-    1. Leer este texto en forma de teatro leído con tres personajes: el narrador, la voz del pueblo y Moisés.

   2. Contestar a estas preguntas:

    a) ¿Cuál fue el mensaje de Dios?

    b) ¿Qué contestó el pueblo en las dos ocasiones?

    c) ¿Qué pasó en el monte?

    d) ¿Cuáles son las palabras del pacto entre Dios y el pueblo de Israel?

    3. Se leen las contestaciones de varios alumnos.
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