El amor que tienes a la Virgen, te empujará a rezar el Santo Rosario o alguno de sus misterios. Pero te encontrarás con esta dificultad: no tienes tiempo. Todo el día estás ocupado: clases, estudios, comida, ayudar en casa, atender a tus hermanos más pequeños… ¿Qué puedes hacer para superarla? Mira, el día es como un ladrillo hueco. Si piensas un poco, localizarás trozos de tiempo que no tienes ocupados: cuando vas y vuelves del colegio, al subir en el ascensor o por la escalera de tu casa, mientras preparan la mesa para comer o cenar, cuando haces un encargo y cuando bajas de casa para tomar el autobús ¡Aprovéchalos! Reza entonces, algún misterio del Rosario. Así no perderás tiempo y tu vida crecerá en amor a la Virgen.
Miguel Ángel Cárceles. La aventura de acercarse a Dios. Juvenil Mundo Cristiano.
SUGERENCIAS METODOLÓGICAS
Objetivo.- Aprovechamiento del tiempo.
Contenido.-
El tiempo es parte de la herencia que hemos recibido de Dios. Es la distancia que nos separa de ese momento en que nos presentaremos ante Dios con las manos llenas o vacías.
Sólo ahora, aquí, en esta vida, podemos merecer. Cada día de nuestra vida es un «tiempo» que Dios regala para llenarlo de amor a Él, de caridad con quienes nos rodean, de trabajo bien hecho, de ejercitar las virtudes…, de buenas obras. Ahora es el momento de hacer «el tesoro que no se envejece».
Actividades.-
1.-Leer y comprender el texto.
2.-Contestar a estas preguntas:
a) ¿Cómo demostrar el amor a la Virgen?
b) ¿Cuál es la dificultad más frecuente?
c) ¿Qué se dice del ladrillo hueco?
d) Señala varias ocasiones en las que podemos rezar el rosario.
3.-Escribir en la pizarra las contestaciones a las preguntas c) y d).
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