Al cabo de unos días entró de nuevo en Cafarnaún y se le acercaron tantas personas que ni siquiera ante la puerta había sitio; y les predicaba la palabra. Entonces, cuatro hombres trajeron a un paralítico tendido en el lecho. Intentaron entrar donde estaba Jesús; pero no pudieron abrirse paso entre la multitud que se agolpaba en la puerta. Por la escalera exterior subieron a la azotea y abrieron un boquete en el techo por encima de donde se encontraba Jesús. Con cuerdas descolgaron al paralítico en la camilla. Cuando Jesús vio la fe de aquellos hombres que asomaban sus cabezas por la abertura del techo, dijo al paralítico:

   – Ten confianza, hijo; tus pecados quedan perdonados.

    Los escribas que estaban dentro sentados empezaron a pensar que Jesús blasfemaba al atreverse a decir que perdonaba los pecados pues sólo Dios podía perdonarlos. Conociendo sus pensamientos, les preguntó:

   – ¿Qué es más fácil: decir al paralítico que sus pecados quedan perdonados, o decirle que se levante, que tome su camilla y que se vaya a su casa? Pues para que sepáis que tengo poder de perdonar los pecados en la Tierra… –se dirigió al paralítico y le ordenó-: ¡Levántate, toma tu camilla y vete!

    Al instante se sintió curado y levantándose, se marchó.
    (Marcos 2, 1-12)
    (Texto adaptado por D. Samuel Valero. Biblia infantil. Editorial Alfredo Ortells, S.L. Valencia. página 182) 

       SUGERENCIAS METODOLÓGICAS

    Objetivo.- Tener fe en la divinidad de Jesús y en el perdón de los pecados.

       Contenido.– Los cuatro amigos conocían ya al Maestro, y su esperanza era tan grande que el milagro tendrá lugar gracias a su confianza en Jesús. Y su fe suple o completa la del paralítico. El Evangelio nos dice que al ver la fe de ellos, de los amigos, realizó el milagro. No se menciona explícitamente la fe del enfermo, se insiste en la de los amigos. Vencieron obstáculos que parecían insuperables: debieron convencer al enfermo. Mucha debió de ser su confianza en Jesús, pues sólo el que está convencido, convence. Cuando llegaron a la casa, estaba tan repleta de gente que, al parecer, ya nada se podía hacer en aquella ocasión. Pero no se arredran. Superaron esta barrera con su decisión, con su ingenio, con su interés. Lo importante era el encuentro entre Jesús y su amigo; y para que se realizase ese encuentro ponen todos los medios a su alcance.
         (Fernández Carvajal, Francisco. Hablar con Dios. Tomo I. Página 76. Ediciones Palabra.)

    Actividades.- 
    1. Sacar por impresora el texto.
    2. El profesor lee y explica el relato y el Contenido.
    3. Escribir en la pizarra estas preguntas para que las contesten los alumnos:
    a) ¿Por qué acudían tanta gente a estar con Jesús?
    b) ¿Qué es un paralítico?
    c) ¿Qué idea tuvieron sus amigos para meter al paralítico en la casa?
    d) ¿Qué le cura primero Jesús al paralítico?
    e) ¿Por qué le acusaban los judíos de blasfemo?
    f) ¿Qué hacer para aumentar la fe?
    4. Varios chicos leen las respuestas a todas las preguntas.
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