Hace más de media hora que la comida está fría, y tu hijo no para de darle vueltas en el plato. Cada día lo mismo: «No tengo hambre», «esto no me gusta», «quiero pollo con patatas»… No sabes qué hacer para que coma, pero tampoco quieres que se salga con la suya: comer sólo lo que le gusta. Estás reprimiendo las ganas de pegarle un grito y te preguntas a qué se debe esta conducta. ¿Cómo conseguir que la hora de comer deje de ser un suplicio para toda la familia?
Un niño sano tiene hambre, y por tanto come bien. A todos nos gustan unos platos más que otros, y cuando nuestro hijo es pequeño podemos permitir que elija lo que más le gusta de vez en cuando, pero también debemos ir acostumbrándolo a comer de todo. Lo que no podemos permitir es que sólo coma lo que le gusta. Hay niños de seis años que comen, casi exclusivamente, arroz blanco sin tomate, y pollo o lomo a la plancha. Sin olvidar, claro está, los productos lácteos azucarados y los dulces de todo tipo. Los niños que sólo comen dos o tres cosas suelen ser, además, los que eternizan la hora de la comida. Disponen de varias técnicas para sacar de quicio a la persona que está con ellos mientras comen. Una es hablar continuamente de cosas diferentes, gastando bromas e intentando ser graciosos. A veces lo consiguen. Recuerdo una madre que dijo a su hija: «Rita, ese pollo… ¡volando!». Y Rita, con el pollo enarbolado en el tenedor, hizo un movimiento de traslación por la mesa, mientras imitaba el ruido de un avión. Otra estrategia es la resistencia pasiva «estilo Gandhi». El niño, sin inmutarse, piensa en sus cosas y mantiene el bocado pinchado en el tenedor durante 3,4,5… minutos, mientras el adulto va tensando todos los músculos de la cara y empieza a ver que cada vez hay más comida en el plato. A estos extremos no se llega de la noche a la mañana. Suele haber un prolongado período de entrenamiento, con numerosas luchas y discusiones porque la mamá o el papá se empeña en que el niño coma y el niño no quiere comer. Y cuanto más se dice al niño que coma, peor. En esos momentos, lo importante para el niño ya no es la comida, sino saber quién gana la batalla, comprobar quién es el más fuerte. Entramos en una lucha por el poder. Al adulto se le saca de sus casillas, y si acaba gritando, amenazando o retirando el plato enérgicamente tiene todas las de perder, ya que el niño gana y mira desde abajo con esos ojos que lo dicen todo: he sido más fuerte que tú. Si un niño de entre 3 y 10 años llega a estos extremos es porque el padre, la madre, o la persona que se ha encargado de educar su alimentación, ha cometido algunos errores, seguramente por miedo a que dejara de comer. ¿Qué se puede hacer cuando hemos llegado a estos extremos? Comprobar que no tiene ninguna enfermedad ni malestar físico que le haga comer mal. Para ello, consultaremos a su pediatra.
No comer con la televisión encendida ni con juguetes que le distraigan y le hagan olvidar la comida.
Respetar escrupulosamente las horas de las comidas. Si queremos tener éxito, es absolutamente necesario que el niño no coma nada entre horas. Si sabe que media hora después de comer tendrá un bocadillo de lo que le gusta, no comerá. Igualmente, si un rato antes de comer o cenar toma chucherías, dulces o pica algo que le apetece, se le pasará el apetito y tampoco comerá.
La regla de oro es no entrar en su guerra. La familia que consigue crear un ambiente de normalidad en torno a la mesa y trata con naturalidad el tema de la comida no suele tener problemas. El niño ha de saber que a nosotros no nos pasa nada porque él no coma, ya que es él quien pasa hambre, no sus padres o sus hermanos.
Recuerdo a un alumno de 7 años, lentísimo para todo, en un campamento. Llegó la hora de cenar. En cada mesa había 5 niños y dos adultos que nos turnábamos para servir. Le pusimos el primer plato como a todo el mundo. Los demás comimos el primero, el segundo, el postre, y él aún estaba con las primeras cucharadas. Llegado el momento, recogimos la mesa, incluida la parte de sopa que todavía quedaba en su plato, y nos fuimos al fuego de campamento. Todo con mucha alegría y sin decirle ni una palabra relacionada con su cena. Aparentemente lo aceptó todo como si no hubiera pasado nada y no le hubiese importado, pero a la mañana siguiente, estaba el primero en el comedor y su saludo fue: «Hoy no quiero que me pase como anoche», y desayunó alegre y con muy buena gana en el tiempo adecuado.
Debes hablar con el niño y advertirle: «Mira, no hay ninguna razón para que tardes tanto en comer. Por lo tanto, cuando la aguja del reloj llegue a… entenderé que no quieres comer porque no tienes hambre, y tendré que recoger el plato». El niño no lo creerá porque no le ha pasado nunca. Pero sigue con tu proyecto, sin hacer caso a comentarios como «me da igual», «a mí que me importa»…
Cuando llegue el momento, retira el plato con alegría, sin enfadarte y sin apiadarte de súplicas como «no lo haré más», «dame una oportunidad», «perdón», etc. Si estos ruegos no le dan resultado, puede que pase al siguiente grado de presión y te diga «mal padre/mala madre», «si me pongo malo será por tu culpa» y otras cosas peores, dada la enorme creatividad lingüística de los niños.
Continúa actuando de la misma manera, dos, tres, cuatro veces seguidas. Las que haga falta. La constancia es un arma imprescindible en el buen educador. Que vea que no habrá guerra y que, si no come, el que pierde es él, no tú. Por supuesto, no le des nada después. Lo conseguirás, seguro.
Una mamá que había librado mil batallas con su hijo entendió este mensaje. Cuando después de avisarle puso el plato en la mesa, su hijo se adelantó y dijo como otros días: «No quiero comer». A lo que la mamá respondió: «No comas». El niño, sorprendido, preguntó «¿y qué me va a pasar?». «Nada. Que cuando el reloj llegue a su hora, tendré que retirar el plato», dijo la mamá, y siguió trabajando en la cocina. El primer día no comió. El segundo, también se resistía, pero prefirió empezar a comer y, poco a poco, fueron cesando los comentarios negativos.
Siempre se debe poner al niño una cantidad de comida prudente. Es frecuente ver niños sanos, fuertes y con un peso razonable, cuyas madres expresan el siguiente comentario: «No me come nada». A una madre así, suelo responder con una realidad física elemental: «Los kilos de peso de su hijo no son por el aire que ha respirado». La comida no debe ser una obsesión de los adultos. No se trata de que el niño coma grandes cantidades, sino de que coma lo que necesita para disponer de la energía que le permita correr, jugar, estudiar y vivir como un niño sano.
Cuando consigas el éxito, no presumas de ello. Entender la mejora de tu hijo como una batalla que has ganado tú, sólo halaga tu vanidad. Si has vencido, el niño ha perdido. Y lo bueno es que no pierda nadie. Toda la familia ha ganado y por eso tenemos que estar contentos. Di a tus amigos que ahora tu hijo come muy bien, que ha hecho un cambio, pero atribuye el mérito al niño, no a ti. Los dos os sentiréis mucho mejor por dentro y la autoestima de tu hijo se verá reforzada, y además comerá.
La experiencia nos dice que todas estas recomendaciones funcionan, pero normalmente, en la práctica no suele ser tan bonito como verlas escritas aquí. No pienses que en una semana se van a resolver todos los problemas que se han generado en unos años. Habrá momentos más dulces y otros que costará más. Es lógico. Un niño no es una máquina que reacciona siempre igual cuando apretamos el botón verde. Un niño es una persona que defiende su identidad, su personalidad y su independencia con todas sus fuerzas, aunque a veces de modo equivocado. Cada intento de rebeldía tenemos que entenderlo así, y debemos hacerle ver que lo comprendemos: «Comprendo que el primer plato de hoy te gusta un poco menos. Por eso te he puesto menos cantidad. Para compensar, de segundo he hecho un plato que te gusta». Pero no le perdonamos el primer plato.
En resumen, un niño sano no debe tener problemas para comer si tenemos en cuenta su hambre natural, respetamos sus necesidades alimenticias y no entramos en su juego de disputa de poder. Al contrario, la comida puede ser un momento placentero para reunirse toda la familia y compartir, amigablemente, las inquietudes e intereses de los comensales, incluidos los niños cuando ya pueden hablar.
Pablo Pascual Sorribas.- Maestro, licenciado en Historia y logopeda.
Con la autorización de: www.solohijos.com
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Por que no comen los niños?
16, abril, 2008 at 12:53 am
Me parecen excelentes las recomendaciones expuestas en este articulo. Tengo una inquietud en caso de que puedan dar respuesta: Tengo un niño de 5 años, considero que come muy bien, verduras crudas y cocinadas, frutas, cereales en fin, el problema es que embucha la comida y aunque sigue comiendo es bastante desagradable verlo con el cachete inflado de comida y al final sigue con su taco en la boca, se demora eternidades hasta que me saca de quicio y termino isterica y en ocasiones gritandolo y una que otra vez dandole un par de nalgadas, deseo que el niño aprenda a comer solo ya que consume la comida casi siempre por que yo se la doy. Por otro lado los estimulos no funcionan muy bien con el, ya que le da igual si le ofrezco o no.
Espero me puedan colaborar si es posible con algun consejo o tecnica.
22, abril, 2008 at 8:11 pm
Bueno, me parece muy interesante sus técnicas de apoyo, ya que tengo una niña que tiene 3 años 11 meses hace varios meses ha dejado de comer la sopa aduciendo que esno no le gusta y come solamente arroz con salchichas o huevo o mortadela frita nada más he tratado de varias maneras lograr que se alimente pero no he conseguido nada seguiré al pie de la letra su táctica y si hay otros consejos espero de su ayuda.
Gracias
12, mayo, 2008 at 4:03 pm
HOLA, ME GUSTÓ MUCHO EL ARTÍCULO, NECESITO DE ESTOS CONSEJOS Y MÁS PARA CONDUCIR A MI HIJA A TENER UNA BUENA EDUCACIÓN.
GRACIAS.
APRENDIZ.
24, julio, 2008 at 10:48 pm
Pues seguire los consejos, ya que tengo una niña de 3 años que cada comida me hace casi salir llorando de la cocina histerica, ya que dura muchisimo con el bocado en la boca sin masticarlo, ni pasarlo, y asi dura la comida una hora o a veces mas, las comidas se nos hacen eternas terminamos las dos gritando, enojadas :s y nuestra relacion a lahora de comida se ha desgastado, espero y esto nos ayude gracias
8, agosto, 2008 at 12:54 am
Necesito ayuda mi bebe de 20 meses no come bien pasa el dia con cucharaditas de comida, en ocaciones lo oblogo a comer y termina vomitando, he provado con todo complementos vitaminicos, lo purgamos, lo ni obligo a comerº
8, agosto, 2008 at 12:56 am
Necesito ayuda mi bebe de 20 meses no come bien pasa el día con cucharaditas de comida, en ocasiones lo obligo a comer y termina vomitando, he probado con todo complementos vitaminicos, lo purgamos, lo ni obligo a comer y pasa todo el día así, no pide y se le ofrezco rechaza la comida. Esta por debajo de la curva en peso.
25, agosto, 2008 at 8:56 pm
De todo lo que he leído sobre el tema, es suyo la mejor descripción que describe la escena que vivimos en mi casa con nuestro hijo.
Las soluciones que propone refrendan las decisiones que habíamos tomado recientemente.
Enhorabuena por su ojo clínico y producto de una larga experiencia, probablemente.
Un saludo cordial
9, septiembre, 2008 at 10:15 pm
Hola me parece muy interesante estas recomendaciones,mi problema es el siguiente: tengo una hermana de 6 años de edad,la hora de la comida se vuelve insoportable porque no le gusta comer ni sopa ni arroz, NADA solo le gustan los espaguetis y las papitas fritas.
Mi madre la obliga a comer y la niña llora, patalea y me preocupa porque esta muy baja de peso y estamos pensando en una purga.
Gracias espero su respuesta pronto
LEIDY SANTANDER
18, septiembre, 2008 at 6:26 pm
Mi bb tiene 16 meses y no come, todo se saca de la boca, todo le hace el feo, sólo leche, jugos, de vez en cuando danonino, un pedacito de fruta, una mordida de plátano, pero no más, todo es jugar. Sin embargo, tiene buena talla y buen peso y me dicen que no debo preocuparme pero es estresante la hora de la comida ver cómo avienta todo y nada se lleva a la boca. Gracias por las recomendaciones, excelente artículo.
11, febrero, 2011 at 11:50 pm
bueno boy hacer esa practica con mi hijo porque no encuentro que hacer con el y tengo que tener mucha paciencia el dura hasta una hora con una cucharada de cominda y busco correa para el para que se asuste pero es enbano yo boy ha enpesar esa practica porque ya nose que hacer
10, agosto, 2011 at 3:17 pm
[…] ¿Por qué algunos niños no comen?, de Pablo Pascual Sorribas, […]
4, septiembre, 2013 at 4:01 pm
Hola tengo un hijo de 9 años que justamente me pasa tal cual lo que expresas en tus ejemplos con diferencia de que no come nada de verduras (NADA) y unas pocas frutas. Solo come con gran alegría arroz, fideos, puré solo con milanesa, jamón y queso… pero obviamente no puede ser costumbre!! y ademas quiero que empiece a incorporar las verduras. QUE HAGO?? La hora del almuerzo y cena son de terror!!
19, septiembre, 2013 at 11:23 am
Un blog muy interesante ya que lo que más nos preocupa a las mamas es que nuestro pequeño no coma, esto hace que nos pongamos muy nerviosas. También encontré otro blog muy interesante http://babyradio.es/blog-entrada/165/2013-09-19/mi-nino-no-come-que-hago
24, julio, 2014 at 3:17 am
Me gusto creo que estas tecnicas pueden funcionar ya que por espereiencia propia fui ninera de dos ninos de 5y9anos y si asian esatamente lo que dice el articulo cuando era la hora de comer lo unico terminaban era con mi paciencia y lo mismo pasa con mi hija de 4 anos no come carne que porque no la puede mascar y mucho menos tragar y cada vez que le sirvo la comida le da ganas de ir al vano o cuando ya esta comiendo termino gritandole o simplemente dejandola asta que termine de comer y su tiempo es de una hora imedia aprosimadamente boy atratar de aplicar estas tecnicas y espero que me funcionen
8, febrero, 2016 at 2:09 pm
Con mi hijo de 3 años nos pasa a menudo lo de, no me gusta, me duele la barriga, estoy muy cansado, ponme pepa pig, estoy malito….infinidades de excusas para no comer.
No solemos obligarle a comer porque como bien dices ya tendrá hambre, el problema es que si no ha comido( el colegio nos manda diariamente un apunte si come todo poco o nada) la merienda sera un festín!!!
Se atiborra en la merienda que suele ser fruta, lácteos y galletas, pero de la cena que es salada volvemos con las mismas excusas.
Mi duda es, la técnica de no agobiarle y dejar pasar vale, pero entonces espera a la merienda y se infla a dulces y el desayuno una birria de galletas y se va al cole con poco nada en el estomago, para que cuando llegue la hora del cuento y las galletas el esta ansioso y la profe le da doble de galletas porque está hambriento, pero a la una pasa de comer y espera la merienda y así todos los días!!!!
17, mayo, 2016 at 12:20 am
Tengo una nieta de 7 años que no almuerza en la escuela, su madre le prepara su almuerzo todos los dias y lo regresa igual, solo esta con el desayuno desde la 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde que regresa a la casa, yo la he visto en la escuela a la hora de almuerzo sin provar su comida hablando sin parar, luego cuando regresa a la casa come hasta saciarse; estoy preocupada por todas las horas que pasa con el estomago vacio, a veces parece que tiene gastritis y extreñimiento, estoy muy preocupada porque se vaya a enfermar, pero no logramos que almuerce en la escuela, por favor ayudenme, gracias