Como es sabido, el aborto, si se consigue su efecto, lleva consigo la pena de excomunión (1). En este sentido, la doctrina tradicional consideraba como delito de aborto la expulsión provocada del feto no viable. Ahora, se considera aborto cualquier acción contra el ser humano que consiga su muerte, desde el momento mismo de la concepción. De todos modos, hay que distinguir entre las técnicas que producen el aborto del embrión del que se conoce su existencia, y aquellas otras donde es posible («píldora del día siguiente», el DIU, etc.) En ambos casos hay pecado de aborto (al menos se acepta el riesgo), pero sólo en el primero hay excomunión pues, para la pena canónica, hace falta haber cometido delito, no basta la posibilidad.(2)
Por lo que se refiere a la absolución del pecado de aborto, existe en el confesor la obligación de tener en cuenta las normas canónicas. Si el arrepentimiento es sincero y resulta difícil remitir el caso a la autoridad competente, a quien está reservada levantar la censura, todo confesor puede hacerlo a tenor del canon 1357 del Código de Derecho Canónico, sugiriendo la adecuada penitencia e indicando la necesidad de recurrir ante quien goza de tal facultad, ofreciéndose eventualmente para tramitarlo. (3)
Miguel Ángel Monge. Medicina pastoral. EUNSA
Notas:
(1) «Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sentenciae»: Cfr. Código de Derecho Canónico, n. 1398. Sin embargo, hay circunstancias (minoría de edad, ignorancia de la ley, miedo grave, etc.) que excluyen esa censura.
(2) «Se debe considerar aborto no sólo la expulsión del feto inmaduro, sino también la muerte voluntariamente provocada del feto, de cualquier modo y en cualquier tiempo en que ésta se produzca desde el momento de la concepción»: respuesta de la Comisión Pontificia para la interpretación auténtica del Código, de 23 de mayo de 1988: AAS 88 (1988), 1818-1819. Cfr. Marzoa, Á., «Extensión del concepto penal del aborto», Ius Canonicum, 29 (1989), 577-585.
(3) Cfr. Vademecum para los confesores, o.c. 3,19.
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2, septiembre, 2006 at 11:51 am
Con respecto al aborto debemos sacarnos las máscaras. En mi país en los últimos meses hemos tenido dos causas de jóvenes con discapacidades mentales a las que violaron y sus familias pidieron el aborto. El caso llegó a la prensa y todo el mundo se metió en el tema (y lo que es peor en el problema… con lo que la intimidad de la familia también corrió peligro) Soy católica practicante y el aborto es un tema que todos tratamos con mucha hipocresía. Aparecieron instituciones pidiendo la vida de las criaturas, a fin de ubicarlas en alguna familia … pero existen instituciones con gente disminuida que nadie ha ido a adoptar. Y en el caso de la adopción del hijo de una madre adolescente que consintió la relación con su noviecito también adolescente… me pregunto por qué mi generación no deja de hacer y pasar en TV (a veces en el horario que se supone de «protección al menor») esos culebrones suculentos con escenas de perfecta pornografía. Y también tenemos el caso de los que abortan porque poseen medios económicos que así lo permiten y su caso no es público, pero aún así el aborto… NO DEJA DE SER UN CRIMEN!!!!
7, septiembre, 2006 at 8:58 pm
Supongo que lo dificil de perdonarse en una persona que se ha practicado un aborto es el hecho de superar la palabra Asesino. Uno no puede concebirse como asesino, aun cuando lo es puesto que es un ser humano. Sin embargo creo que se condena mucho mas fuerte a una persona que aborta que a un asesino serial, que a un asesino que ademas roba. La familia de estas personas las perdonan, incluso las visitan, la iglesia las perdona. Y no puede perdonar a una persona que aborto aun cuando no estuviera plenamente consciente de lo que hacia, aun cuando ese asesino lo haga con alevosia, premeditacion y demas agravantes. Muchos nos llamamos catolicos, pero no sabemos nada de la misericordia, ni del perdon, ni de nada.
27, marzo, 2008 at 11:01 pm
No es facil quitarse esa carga y ese dolor que se lleva por dentro, y mucho menos luego de haberlo visto latir su corazon en una ecografia, por favor Dios perdoname………….
3, septiembre, 2008 at 2:48 pm
Las enseñanzas de la Biblia sirven para regir la vida de los hombres (me refiero hombres y mujeres) desde el nacimiento y si se siguiera tal cual no habria problemas en este mundo ni dolores causados por toma de decisiones en torno al aborto. No hay normas canonicas mas condenatorias (ni excusatorias) que la palabra de Dios escrita en la Biblia y tales normas son producto de reflexion de hombres por lo tanto no son utiles. La Palabra de Yahve (nombre exacto de Dios) escrita en la Biblia es suficiente y clara y no hay normas derivadas. Si alguien comete pecado en forma consciente o inconsciente, por supuesto habra consecuencias negativas, pero debido a que Yahve es el mas justo entre justos, tomara en cuenta todo aquello que orillo a la persona a tomar tal decision erronea y dara peso especifico a cada evento de su vida para determinar su culpabilidad al tomar tal decision. Posteriormente si el pecador se arrepiente de corazon y rectifica su vida (en verdad) por supuesto que Dios lo perdonara, NO QUEDA EXCOMULGADO; eso es otra triste invencion humana. Todo lo dicho anteriormente esta basado en enseñanzas de la Biblia, no hay credito personal.
26, noviembre, 2009 at 8:44 pm
El Aborto debe ser un derecho de la mujer, y ser ella quien decida unicamente si hacerlo o no, nadie debe juzgar de ninguna manera la decision de una mujer en ese caso, en mi blog publique ayer un articulo extenso sobre eso y no entiendo algunos comentarios al respecto que se hacen tan a la ligera.
27, noviembre, 2009 at 8:26 am
Hola Antonio:
En primer lugar, el cuerp del bebé no es parte del cuerpo de la madres. Son dos seres con una carga genética diferente.
En segundo lugar, el aborto es matar a un ser inocente.
En tercer lugar, la madre no tiene derecho a matar aunque tenga al niño dentro del cuerpo.
En cuarto lugar, tampoco los terroristas tienen derecho a matar.
Podemos comprender a la madre pero no podemos admitir la ideología abortista.
Arturo Ramo
9, agosto, 2011 at 2:39 pm
[…] Aborto y excomunión, Objeción de conciencia, […]